sábado, 22 de enero de 2011

El gesto

sábado 22 de enero de 2011
El gesto es movimiento.
El movimiento designa toda traslación de un cuerpo o de un objeto en el espacio.
En lo que concierne al cuerpo humano, se designa por movimiento a todo desplazamiento de uno o muchos segmentos o al del cuerpo en su conjunto. El movimiento, cualquiera que sea su forma, hace participar a las estructuras neurológicas y musculares del sujeto: es dirigido por el sistema central y se realiza, por la vía de la transmisión nerviosa, a nivel del músculo. Esto vale para todo movimiento activo.
Según esta definición, el movimiento es un término genérico que comprende a los reflejos, a los actos motores conscientes o inconscientes, patológicos o no, con significado o desprovistos de sentido, y que se elabora sobre el fondo tónico propio de cada uno.
En la comunicación hecha en el Primer Congreso Internacional de Psicomotricidad, el doctor Castests B. distingue movimiento pasivo, esto es, el que experimenta el sujeto sin participar en su realización. Es el caso del desplazamiento del sujeto que se encuentra en estado de coma y también el de los movimientos pasivos utilizados fuera de control en la relajación (apreciación de la distensión muscular), o en kinesiterapia y en ciertas gimnasias (movimientos de flexión y extensión pasivos). Estos movimientos pasivos pueden ser limitados por el mismo sujeto a través de bloqueos musculares o articulares o mediante factores psico-afectivos.
Los movimientos activos, por el contrario, reclaman la intervención del sujeto según múltiples modalidades: movimientos reflejos, innatos o adquiridos (reflejos arcaicos, reacciones condicionadas o reacciones del organismo a los estímulos del medio). Pero aquí, conviene remarcar que un buen número de movimientos reflejos pueden ser controlados por el sujeto: aguantar el estornudo, soportar el dolor o la irritación, frenar una reacción de huida.
Hay que dejar en lugar, para los movimientos que el mismo sujeto efectúa y que sufre al mismo tiempo: son los movimientos patológicos, los temblores de Parkinson, los movimientos anárquicos involuntarios, que a veces se repiten según un ritmo particular, como en las coreas, las paratonías y los tics. Estos movimientos no tienen el mismo valor que los que pertenecen al desarrollo del niño, movimientos de imitación, de difusión tónica y sincinesias.
Finalmente, hay que precisar ese movimiento particular que es el GESTO. El gesto es un movimiento que contiene una significación, que está cargado de sentido o, en otros términos, que procede de una intencionalidad.
El gesto tiene un fin, pero éste puede estar oculto en la consciencia del sujeto, por lo menos en el momento en que lo ejecute: el tic es un ejemplo de esto. De hecho, algunos movimientos (que para el que los hace parecen no tener ningún sentido) pueden ser interpretados por los demás;lo que pasas es que su significación es inconsciente, pero tienen valor de lenguaje, si no para el individuo, sí para los demás. El simple bostezo del niño durante la clase no tiene para él nada más que el sentido de mantenerlo despierto (reflejo de defensa contra el sueño), ¡pero tiene una significación muy diferente para la maestra!
Con el gesto se establece un modo particular de comunicación que extrae su sentido del lenguaje hablado, pero se sitúa a otro nivel, el del cuerpo.
El movimiento sólo puede ser aprehendido y el gesto reconocido en su intencionalidad en la medida en la que haya una comunidad de lenguaje y de cultura entre los individuos que intercambian gestos. Además, gestos, movimientos, y reacciones constituyen la conducta del sujeto en el mundo e implican a la vez que expresan su personalidad psíquica y afectiva y, por lo tanto, su propia historia.
En reeducación psicomotriz, el movimiento es , a la vez, un medio terapéutico, ya sea pasivo o activo. De esta forma, todos los ejercicios de la motricidad fina, de la habilidad manual, o los ejercicios de la motricidad global, de desplazamiento del cuerpo en el espacio, son movimientos propuestos al sujeto en función de sus posibilidades gnósicas y práxicas de realización motriz.
Gerda Alexander ha estudiado toda una serie de movimientos activos de equilibrio y de control que utiliza la naturaleza esencialmente dinámica del cuerpo, cuya forma más espontánea es para ella el desperazamiento del cuerpo al despertar.
La relajación utiliza la otra cara del movimiento que es complementaria, la de la inmovilización del cuerpo y de la distensión muscular en general.
El objetivo de la reeducación psicomotriz es dar al sujeto las posibilidades de elaboración de un movimiento adaptado y satisfactorio y, además, permitir y desarrollar el gesto y el bienestar del cuerpo como medio para una comunicación privilegiada que implica todo el cuerpo en la relación.
"La reeducación psicomotriz intenta la adaptación del individuo al lenguaje del cuerpo, adaptación del gesto en sus dos funciones, afecto-lenguaje. Aquí, interviene de forma más precisa una dimensión psicológica: la posibilidad de movimiento está adquirida, el problema consiste en transformarlo en gesto suave, en mejorarlo en tanto que gesto e intentar provocar gestos nuevos.
Los problemas que aquí se plantean son idénticos a los que se plantean las reeducadoras del lenguaje. Aunque los medios son diferentes, los fines son los mismos y los problemas también.
No hay especificidad psicomotriz, no hay especificidad del habla. El trabajo de los reeducadores de la psicomotricidad y el de las reeducadoras del lenguaje consiste en hacer que el niño pase de un lenguaje a otro; corrigiendo los trastornos psicomotores, sólo se corrigen éstos; pero corrigiendo los trastornos psicomotores en lo que tienen de expresivos se proporcionan al niño los medios para que diga de otra forma lo que intentaba expresar. Esto implica un cambio de un lenguaje a otro." (Castests, "Le mouvement et le geste, 1974).

Intencionalidad del gesto
En la intencionalidad del gesto se aprecia su carácter voluntario y corticalizado.
La intencionalidad es la función por la cual el sujeto elabora el proyecto motor y finaliza su acción en el mundo que le rodea.
Aunque el acto intencional supone una motivación (necesidad o petición del individuo), no basta, sin embargo, para dar al gesto su plena significación. En efecto, la intencionalidad es un término que pertenece a la fenomenología y que designa el papel de sujeto consciente en la determinación de sus actos y sus reacciones en el mundo.
Asimismo, en la intencionalidad se manifiesta la madurez del sujeto y su dominio corporal y psicológico.
En caso de inhibición motriz, el individuo se encontrará con la imposibilidad de realizar el gesto proyectado, mientras que, por el contrario, el inestable verá realizarse movimientos que no pertenecen a un proyecto motor consciente y elaborado.
El gesto... "puede definirse como movimiento determinado con cierta intencionalidad. Es un movimiento que tiene un fin consciente o inconsciente". (Castests, 1er. Congreso de Psicomotricidad)

El texto completo pertenece al libro:
"Las 50 palabras claves de la psicomotricidad",
Jean-Claude Coste, Editorial Media y Técnica, Barcelona, 1980.
























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