sábado, 22 de enero de 2011

El pensamiento corporal, de Susana Kesselman

lunes 8 de noviembre de 2010 by Patricia



Extracto del libro "El pensamiento corporal. De la inteligencia emocional a la inteligencia sensorial", de Susana Kesselman.



Apuntes para una lectura corporal en la bioenergética (o de la violentación de los límites corporales)
1) Construimos corazas corporales como fortalezas desde donde miramos la vida. Nuestros ojos ven lo que nuestras crispaciones les permiten. Vemos el engaño, la traición, la derrota desde una estructura de carácter -como diría Reich- o desde una postura corporal que lleva en sus tensiones la incapacidad de ser libres, de elegir la postura más saludable y los caminos para la liberación de la coraza.
2) Las corazas son conductas defensivas que nos protegen de sentimientos, de sensaciones que nos ponen en peligro, porque nos conectan con nuestras debilidades -provenientes tal vez de otros momentos de la vida- y que se actualizan en verdaderas armaduras.
3) Hemos aprendido a construir defensas para inhibir nuestras sensaciones y sentimientos; aún más, hemos aprendido a no sentir sensaciones y sentimientos, y a construir corazas seguras, no sólo para resguardarnos sino para ir dejando poco a poco de sentir.
4) Las corazas son palabra, movimiento, imagen, recuerdo, pensamiento agazapado en algún lugar del cuerpo.
5) El cuerpo acorazado ha perdido raíz, grounding, se ha ido separando de su realidad, ha perdido contacto consigo mismo, se ido insensibilizando a sus sensaciones, tiene una pobre percepción de lo que pasa, poca receptividad para autoobservarse.
6) Un enraizamiento pobre lleva a la búsqueda corporal de los soportes. Cuerpos que se sostienen desde los hombros, desde la cabeza y desde otros lugares corporales.
7) El cuerpo acorazado empobrece su respiración, la superficializa, y al empobrecer la respiración disminuye sus sensaciones en el interior del bajo vientre, en la pelvis.
La terapéutica inspirada en estas ideas buscará:
a. Enraizar, o sea permitir la liberación, la descarga, la transformación de la energía. La carga energética se produce a través de la parte superior del cuerpo: el alimento, la respiración; la descarga es función de la parte inferior del cuerpo a través del aparato sexual -en el sentido amplio, no sólo genital-, y esta es la dirección de la cura;
b. Profundización de la respiración con la idea de liberar las tensiones musculares crónicas a lo largo de la espalda, en la mandíbula, en la pelvis, en el vientre, en las piernas.
c. Ejercicios que llevan al cuerpo a un estrés que genera un movimiento espontáneo: temblores, vibraciones y otras manifestaciones corporales (náuseas, mareos, desequilibrios), mediante las cuales se busca devolver al cuerpo una onda de movimiento que lo vincule con las sensaciones y los sentimientos.
Con esto se inicia un proceso en el que la catarsis o descarga es un paso (sólo un paso), desde donde se comenzará el trabajo de asentamiento que se despierta.

Una lectura corporal desde la eutonía o la teoría del inútil combate
1) Las tensiones corporales llevan a irregularidades, fijaciones o desequilibrios en los tonos. Tono es la actividad de un músculo aunque esté en reposo. La enfermedad es la fijación en un tono bajo, alto o medio.
2) Las tensiones no permiten que un movimiento se desplace por los cauces naturales: pie, tibia, fémur,, pelvis, columna. Malos apoyos de los pies cambian las direcciones de los huesos y obligan a los músculos a trabajos adicionales, a la hipertonía o a la hipotonía.
3) La regulación de tonos está dificultada por la falta de sensibilidad del cuerpo.
4) La conciencia corporal predispone al contacto con las tensiones, o sea con los hábitos de movimientos y de vida que las promueven, con la incoherencia entre el esfuerzo y la acción, y sus efectos en un movimiento poco económico.
La terapéutica desde la eutonía va persiguiendo pacientemente el "buen tono". Mientras los ejercicios bioenergéticos llevan al cuerpo a una situación "más allá" de sus limites, "más allá" de la voluntad -situaciones en las que la persona es sometida a un trabajo a veces violento para despertar el movimiento espontáneo-, la eutonía no tiene violencia aparente. La eutonía es como la abuelita, pero una abuelita que lleva el lobo feroz en su interior. Al vincular a la persona con hábitos inservibles, con incongruencias, con insensibilidades evidentes, con dificultades para permaneces pasivos o para mover con una fuerza acorde con la exigencia, violenta de otro modo. Violenta desde la incomodidad, desde la duda, desde la imposibilidad de continuar con el movimiento acostumbrado, desde la inquietud de saber que está dentro de un instrumento para el cambio, desde el enfrentamiento con el vacío, con el silencio.
La terapia eutónica es un desafío a la capacidad de revertir los hábitos corporales a través de:
a. La autoobservación. Mediante la técnica de inventario, el eutonista invita a recorrer minuciosamente cada parte del cuerpo.
b. La incidencia sobre el tono. A través del movimiento sin esfuerzo, natural, de estimulación de la piel, de la conciencia de los huesos y sus volúmenes, del trabajo con las articulaciones, del ir sensibilizándose a las sensaciones, la persona flexibiliza el tono del cuerpo.
c. La liberación de la tensión. Por regulación del tono que producen la intención del movimiento, los microestiramientos, la conciencia del transporte y otros principios, se crea en el cuerpo la disposición a la liberación de la tensión- De esta manera, incide sobre la respiración, sin plantearse ejercicios respiratorios como la bioenergética, y sobre la desestructuración de las corazas a partir de la reordenación de las direcciones de los huesos.
d. La búsqueda del equilibrio tónico. Con la flexibilidad de tono, la persona encuentra una salida a las fijaciones tónicas que llevan a la insensibilidad y dificultan la autoobservación. El concepto de flexibilidad de tono enriquece la idea de relajación. La relajación está asociada al descanso, la quietud, el tono bajo, estado necesario para la apertura de la sensibilidad, para el contacto silencioso con uno mismo; en cualquiera de los tonos. El cuerpo relajado en un tono más alto es útil para la vida cotidiana, que nos requiere acciones variadas. Es relativamente fácil permanecer relajados en el suelo; pero al ponernos de pie, hacer algún deporte, empujar objetos que requieren esfuerzo, la liberación de la tensión es un gran desafío.

























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'Pensar el cuerpo es pensar el mundo', David Le Breton por Carlos Trosman

sábado 16 de octubre de 2010
David Le Breton es doctor en Sociología de la Universidad París VII y miembro del Instituto Universitario de Francia. Profesor en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Ciencias Humanas Marc Bloch de Estrasburgo, ha escrito innumerables artículos y colaboraciones, y más de 20 libros (traducidos a los más diversos idiomas), en relación a la temática del cuerpo humano y su construcción social y cultural. Algunas de sus obras han sido traducidas al español: Antropología del Cuerpo y Modernidad; La Sociología del Cuerpo; Antropología del Dolor; El Silencio; Las Pasiones Ordinarias; Antropología de las Emociones y Adiós al Cuerpo. En octubre de 2005, durante la realización del II Congreso de Artes, Ciencias y Humanidades “El Cuerpo Descifrado” en México DF, al que concurrí*, el Dr. Le Breton dictó una Conferencia Magistral titulada “Adiós al Cuerpo”, basada en su libro homónimo. Los conceptos allí expresados (en los cuales está inspirada esta nota), advierten acerca del avance de una ideología que toma al cuerpo como “un lugar de sospecha” que es necesario rehabilitar. Si bien esta visión del cuerpo asociado al pecado es historia antigua fomentada por varias religiones, ahora el nuevo dios es la tecnología. Y este nuevo dios opone un “cuerpo imperfecto a una tecnología perfecta”, proponiendo un cuerpo que se adapte a las circunstancias, como una materia prima que se modela según las modas. Y como las modas cambian, “el cuerpo no sostiene mi identidad sustancial, sino mi identidad circunstancial”, que por supuesto cambiará. Desde esta visión el cuerpo es algo superfluo, accesorio, y plantea un dualismo laico: el hombre opuesto al cuerpo. *Carlos Trosman. Artículo completo de la Revista Digital "Topía"

La ideología de los ’60 era cambiar el mundo, mientras que la actual es cambiar mi cuerpo. Hay un exagerado auge de cosméticos y ejercicios para modificar el cuerpo: “al cambiar su cuerpo, el individuo busca cambiar su existencia.” Esta tiranía de la imagen se aplica más a las mujeres, pero todos somos víctimas, ya que “el individuo toma cuerpo en su cultura”. Y la cultura actual propone un cuerpo sometido a diseño, tanto desde aspectos cosmetológicos como tecnológicos, oponiéndose ferozmente a la determinación de la biología. El cuerpo es considerado hoy día como una “prótesis de la identidad”, del que hay que tomar posesión agregándole la marca propia, como los tatuajes, los piercings u otras prácticas que marcan el cuerpo. Éstas pueden interpretarse como una especie de “código de barras” que hacen único al sujeto. He visto en el cuello de un joven un tatuaje que representaba un código de barras y, al acercarme para observarlo mejor, noté que los números grabados eran su fecha de nacimiento. Me corrió un escalofrío: ¿cuánto tardaría la legislación internacional en volver obligatoria esa práctica en reemplazo de los documentos de identidad? Las cirugías estéticas nos indican que la anatomía ya no es el destino que planteaba Freud: ahora aparece como un destino revocable, como si existiera la posibilidad de ser otro, de liberarse de lo biológico para darse identidad. Como en el caso del transexual, donde el sexo es tomado como una decisión y no como un destino anatómico.
La Tecnociencia, quizás inspirada en discursos puritanos que desprecian al cuerpo, plantea que el cuerpo es algo imperfecto que es necesario corregir o eliminar. Este discurso, proveniente en especial de los U.S.A., quiere instalar el concepto del cuerpo como algo arcaico, “una reliquia de la humanidad”, al que se le reprocha su vulnerabilidad, porque no es tecnológico. Esta ideología propone la manipulación genética, la gestación sin sexualidad, los niños de probeta y la tecnología por encima de la condición humana, estableciendo exámenes en el nacimiento que funcionan como control de calidad para entrar en la vida con cuerpos perfectos. “Este rechazo del cuerpo es sobre todo rechazo al cuerpo de la mujer, porque la mujer es un cuerpo. La mujer vale lo que vale su cuerpo y el hombre es lo que su cuerpo hace, su obra.”
La “cybercultura” alienta la idea de una “posthumanidad”, propone “deshacerse del cuerpo para llegar a una humanidad gloriosa.” Los “internautas” (quienes navegan por Internet) se sienten encerrados en un cuerpo pesado; la comunicación sin cuerpo a través de las computadoras favorece la multiplicación de identidades. El cuerpo es un dato opcional y ese mundo virtual está abierto a mutantes que inventan su cuerpo. “Es un paraíso sin cuerpos, como todo paraíso. Un Paraíso en la tierra en un mundo sin espesor, sin que la carne lo obstaculice.” El rostro es el lugar de la responsabilidad, y en internet no hay rostros. Esto favorece el lugar de la máscara, de la simulación. “No se aplica el principio de realidad al ciberespacio y todos están dispuestos a creer en la información que se les da. La identidad se disuelve. Es la desaparición del otro, “el texto reemplaza al sexo, la pantalla reemplaza al cuerpo, es como una sexualidad angelical porque no hay contacto físico.” “El cibernauta abandona la prisión del cuerpo para entrar a un mundo de sensaciones digitales.” El cuerpo físico se vuelve sólo una necesidad antropológica, como la última frontera a abatir para deshacerse de los restos de la naturaleza. Internet es la carne y el sistema nervioso de los que desprecian su cuerpo y el cuerpo está fuera de moda en este universo de tecnologías.
Existe en USA una comunidad internáutica llamada “Extropianos” (en oposición a la entropía). Para conseguir la inmortalidad intentan reconstruir el cerebro en una computadora y dejar de lado el cuerpo. Proponen “guardarse en un diskette y pasarse a una máquina”, reemplazando al cuerpo por una computadora. El lema de esta comunidad es “Somos la última generación que va a morirse.”
Timothy Leary declaró que “Internet libera al hombre de la esclavitud del cuerpo. Los encuentros físicos se reservarán para las grandes ocasiones, casi sagradas.” Y propone viajar por el mundo sin salir físicamente de la habitación.
Es el advenimiento de una era post-biológica, atisbada por Blas Pascal en el siglo XVIII cuando escribió: “Morir después de haber acumulado lo suficiente para resolver un problema es deprimente.” “Todo lo que podríamos hacer si no tuviéramos cuerpo.”
Proponen un universo post-biológico, post-humano y post-evolucionista, donde el cuerpo sea un cuerpo biónico adaptado a los desafíos contemporáneos, porque “la carne superflua limita el actual desarrollo tecnológico de la humanidad.”
Philip K. Dick, el escritor de ¿ciencia ficción? que publicó el cuento “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, en el que se inspiró Ridley Scott para realizar su film “Blade Runner”, escribió: “Algún día, un humano le disparará a un robot que perderá sangre y lágrimas y que le disparará al hombre, del que saldrá humo.”
Esta tecnociencia piensa al cuerpo y al mundo desde un discurso que desprecia la condición humana, obsoleta y descartable para esos valores, con lo cual aumenta las diferencias y la exclusión. Es un discurso en el fondo religioso, ya que anuncia el advenimiento del Reino Tecnológico y anula al cuerpo a favor del espíritu (o cyber-espíritu). Considera a la humanidad inferior por no ser cyborg, y plantea que el progreso tecnológico va junto con el progreso moral. Empero, ocurre exactamente al revés, ya que con frecuencia el empleo de la tecnología es inmoral. Sobran ejemplos: el control forzado o encubierto de la natalidad en los países del Tercer Mundo, la experimentación con vacunas y tecnología médica en pueblos carenciados, la bomba atómica, las armas químicas y la sociobiología que pretende justificar las diferencias sociales y otras cuestiones del comportamiento humano invocando causas químicas o genéticas.
Olvida la ambivalencia de la condición humana y la compatibilidad del deseo con el deseo de los otros. Propone una humanidad sin cuerpo, lo que sería una humanidad sin sensorialidad, sin sabor. Estas ideologías piensan un mundo donde el ser humano es una criatura demasiado imperfecta para las exigencias de eficiencia que necesita el neoliberalismo, sembrando promesas para el mañana que jamás se cumplen y olvidando que hay excluidos que ni siquiera conocen internet.
“Pensar el cuerpo es pensar el mundo; es un tema político mayor. Es un factor importante para pensar en las sociedades contemporáneas.”, advierte Le Breton.
Las sociedades que pueden prescindir de sus individuos, fomentando la exclusión, pueden también plantearse prescindir del cuerpo.
Las sociedades que procuran la perfección tecnológica del ser humano, aún desde los discursos médicos de prevención de las enfermedades genéticas, también fomentan la exclusión, siguiendo la quimera de la “raza perfecta” que, sabemos, lleva al totalitarismo y a la guerra, pensando al otro como un ser “biológicamente inferior”.
Las sociedades que proponen la digitalización del ser humano y su almacenamiento en computadoras como una forma de inmortalidad, continúan dando pasos agigantados hacia la dominación global de la humanidad porque: ¿quién manejará esas computadoras?
El sabor del mundo es variado, como la vida, y ese es el secreto de su maravilla.
Anestesiar el dolor del ser es también anestesiar el placer y la creación.
Pretender controlarlo todo es ahogar lo impredecible de la condición humana, a partir de la cual se generan los cambios propios de la vida, las luchas por las utopías y por la justicia y el respeto del cuerpo que también somos.

El gesto

sábado 22 de enero de 2011
El gesto es movimiento.
El movimiento designa toda traslación de un cuerpo o de un objeto en el espacio.
En lo que concierne al cuerpo humano, se designa por movimiento a todo desplazamiento de uno o muchos segmentos o al del cuerpo en su conjunto. El movimiento, cualquiera que sea su forma, hace participar a las estructuras neurológicas y musculares del sujeto: es dirigido por el sistema central y se realiza, por la vía de la transmisión nerviosa, a nivel del músculo. Esto vale para todo movimiento activo.
Según esta definición, el movimiento es un término genérico que comprende a los reflejos, a los actos motores conscientes o inconscientes, patológicos o no, con significado o desprovistos de sentido, y que se elabora sobre el fondo tónico propio de cada uno.
En la comunicación hecha en el Primer Congreso Internacional de Psicomotricidad, el doctor Castests B. distingue movimiento pasivo, esto es, el que experimenta el sujeto sin participar en su realización. Es el caso del desplazamiento del sujeto que se encuentra en estado de coma y también el de los movimientos pasivos utilizados fuera de control en la relajación (apreciación de la distensión muscular), o en kinesiterapia y en ciertas gimnasias (movimientos de flexión y extensión pasivos). Estos movimientos pasivos pueden ser limitados por el mismo sujeto a través de bloqueos musculares o articulares o mediante factores psico-afectivos.
Los movimientos activos, por el contrario, reclaman la intervención del sujeto según múltiples modalidades: movimientos reflejos, innatos o adquiridos (reflejos arcaicos, reacciones condicionadas o reacciones del organismo a los estímulos del medio). Pero aquí, conviene remarcar que un buen número de movimientos reflejos pueden ser controlados por el sujeto: aguantar el estornudo, soportar el dolor o la irritación, frenar una reacción de huida.
Hay que dejar en lugar, para los movimientos que el mismo sujeto efectúa y que sufre al mismo tiempo: son los movimientos patológicos, los temblores de Parkinson, los movimientos anárquicos involuntarios, que a veces se repiten según un ritmo particular, como en las coreas, las paratonías y los tics. Estos movimientos no tienen el mismo valor que los que pertenecen al desarrollo del niño, movimientos de imitación, de difusión tónica y sincinesias.
Finalmente, hay que precisar ese movimiento particular que es el GESTO. El gesto es un movimiento que contiene una significación, que está cargado de sentido o, en otros términos, que procede de una intencionalidad.
El gesto tiene un fin, pero éste puede estar oculto en la consciencia del sujeto, por lo menos en el momento en que lo ejecute: el tic es un ejemplo de esto. De hecho, algunos movimientos (que para el que los hace parecen no tener ningún sentido) pueden ser interpretados por los demás;lo que pasas es que su significación es inconsciente, pero tienen valor de lenguaje, si no para el individuo, sí para los demás. El simple bostezo del niño durante la clase no tiene para él nada más que el sentido de mantenerlo despierto (reflejo de defensa contra el sueño), ¡pero tiene una significación muy diferente para la maestra!
Con el gesto se establece un modo particular de comunicación que extrae su sentido del lenguaje hablado, pero se sitúa a otro nivel, el del cuerpo.
El movimiento sólo puede ser aprehendido y el gesto reconocido en su intencionalidad en la medida en la que haya una comunidad de lenguaje y de cultura entre los individuos que intercambian gestos. Además, gestos, movimientos, y reacciones constituyen la conducta del sujeto en el mundo e implican a la vez que expresan su personalidad psíquica y afectiva y, por lo tanto, su propia historia.
En reeducación psicomotriz, el movimiento es , a la vez, un medio terapéutico, ya sea pasivo o activo. De esta forma, todos los ejercicios de la motricidad fina, de la habilidad manual, o los ejercicios de la motricidad global, de desplazamiento del cuerpo en el espacio, son movimientos propuestos al sujeto en función de sus posibilidades gnósicas y práxicas de realización motriz.
Gerda Alexander ha estudiado toda una serie de movimientos activos de equilibrio y de control que utiliza la naturaleza esencialmente dinámica del cuerpo, cuya forma más espontánea es para ella el desperazamiento del cuerpo al despertar.
La relajación utiliza la otra cara del movimiento que es complementaria, la de la inmovilización del cuerpo y de la distensión muscular en general.
El objetivo de la reeducación psicomotriz es dar al sujeto las posibilidades de elaboración de un movimiento adaptado y satisfactorio y, además, permitir y desarrollar el gesto y el bienestar del cuerpo como medio para una comunicación privilegiada que implica todo el cuerpo en la relación.
"La reeducación psicomotriz intenta la adaptación del individuo al lenguaje del cuerpo, adaptación del gesto en sus dos funciones, afecto-lenguaje. Aquí, interviene de forma más precisa una dimensión psicológica: la posibilidad de movimiento está adquirida, el problema consiste en transformarlo en gesto suave, en mejorarlo en tanto que gesto e intentar provocar gestos nuevos.
Los problemas que aquí se plantean son idénticos a los que se plantean las reeducadoras del lenguaje. Aunque los medios son diferentes, los fines son los mismos y los problemas también.
No hay especificidad psicomotriz, no hay especificidad del habla. El trabajo de los reeducadores de la psicomotricidad y el de las reeducadoras del lenguaje consiste en hacer que el niño pase de un lenguaje a otro; corrigiendo los trastornos psicomotores, sólo se corrigen éstos; pero corrigiendo los trastornos psicomotores en lo que tienen de expresivos se proporcionan al niño los medios para que diga de otra forma lo que intentaba expresar. Esto implica un cambio de un lenguaje a otro." (Castests, "Le mouvement et le geste, 1974).

Intencionalidad del gesto
En la intencionalidad del gesto se aprecia su carácter voluntario y corticalizado.
La intencionalidad es la función por la cual el sujeto elabora el proyecto motor y finaliza su acción en el mundo que le rodea.
Aunque el acto intencional supone una motivación (necesidad o petición del individuo), no basta, sin embargo, para dar al gesto su plena significación. En efecto, la intencionalidad es un término que pertenece a la fenomenología y que designa el papel de sujeto consciente en la determinación de sus actos y sus reacciones en el mundo.
Asimismo, en la intencionalidad se manifiesta la madurez del sujeto y su dominio corporal y psicológico.
En caso de inhibición motriz, el individuo se encontrará con la imposibilidad de realizar el gesto proyectado, mientras que, por el contrario, el inestable verá realizarse movimientos que no pertenecen a un proyecto motor consciente y elaborado.
El gesto... "puede definirse como movimiento determinado con cierta intencionalidad. Es un movimiento que tiene un fin consciente o inconsciente". (Castests, 1er. Congreso de Psicomotricidad)

El texto completo pertenece al libro:
"Las 50 palabras claves de la psicomotricidad",
Jean-Claude Coste, Editorial Media y Técnica, Barcelona, 1980.
























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viernes, 21 de enero de 2011

REFLEJOS

¿POR QUÉ ES FUNDAMENTAL EL ARRASTRE?


Escrito por Mª Ángeles García Morán, Licenciada en Psicología Infantil y especialista en Estimulación Temprana


Como ya sabes, el desarrollo cerebral e intelectual de tu pequeño depende en gran medida, de la cantidad y calidad de los estímulos que reciba. Así pues, el desarrollo de su inteligencia está vinculado también, de forma determinante, al ejercicio de las funciones motrices del cerebro (arrastre, gateo, caminar...). Es absolutamente necesario que el pequeño se ponga en marcha desde que nace ya que es muy importante afrontar y ejercitar dos etapas fundamentales, el arrastre y el gateo, siguiendo los pasos adecuados.


El arrastre propiamente dicho (es decir, desplazarse rozando con el cuerpo en el suelo) suele iniciarse alrededor de los 6-7 meses y debe considerarse el mayor logro en el área de la movilidad ya que, gracias a él, el bebé deja de ser dependiente del entorno para alcanzar objetos y buscar nuevos estímulos por si mismo.


No obstante, el bebé es capaz de desplazarse cuando está boca abajo desde el momento del nacimiento. Piensa en las veces que has encontrado a tu pequeñín tocando con su cabecita el extremo de la cuna después de dejarlo dormido en otra posición.


Cuando está despierto, es importante no desperdiciar ninguna ocasión para que se ponga en marcha: en la medida que te sea posible ponlo sobre una superficie plana y dura para que sus movimientos, que en un principio son reflejos, se vayan coordinando de manera consciente para conseguir el desplazamiento, aunque al inicio sólo sean unos poquitos centímetros.


Las oportunidades de arrastre deben ser frecuentes y cortas, respaldadas siempre por tus palabras de ánimo y caricias que premien el esfuerzo que el bebé realiza. Después, y de manera gradual, irás alargando las distancias y también el tiempo de estancia boca abajo.


No te alarmes si tu bebé no se arrastra antes de gatear, hay un muchos niños que eluden esta etapa pero la ejercitan a partir de los 2-3 años mientras juegan en el suelo (pasando por debajo de las sillas, rebozándose en la arena de la playa, etc.)


El arrastre ayuda en la coordinación de los hemisferios cerebrales


El arrastre comporta numerosos beneficios para el bebé. En primer lugar, la posición típica del arrastre le facilitará desarrollar y muscular la zona cervical al intentar levantar la cabeza y apoyarse sobre sus manos con los brazos estirados o sobre los codos cuando tiene los brazos flexionados en ángulo recto (ésta es la posición más cómoda para ellos y la que les facilita manipular los objetos que están al alcance de sus manos mientras mantienen la cabeza erguida sin cansarse).

Además, el arrastre implica el avance en patrón cruzado: se mueve utilizando su brazo derecho y su pierna izquierda para empujarse hacia delante; simultáneamente mueve el brazo izquierdo y la pierna derecha hacia delante para soportar su peso sobre ellos como preparación para el siguiente movimiento.


Avanzar en patrón cruzado implica, y a la vez ejercita, la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales. El hemisferio derecho controla los movimientos y sensaciones de las extremidades izquierdas y el hemisferio izquierdo controla los movimientos y sensaciones del lado derecho de nuestro cuerpo. Cuando los dos hemisferios trabajan de manera coordinada quiere decir que su mano izquierda (hemisferio derecho) sabe lo que hace su mano derecha (hemisferio izquierdo) y por tanto puede, por ejemplo, pasarse cosas de una mano a otra sin que se caigan.


Así pues, cuantas más oportunidades tenga el pequeño de moverse en el suelo, más posibilidades damos a sus dos hemisferios cerebrales para ejercitarse y desarrollarse plenamente lo cual favorecerá su desarrollo intelectual y la posibilidad de pasar a la fase siguiente: el gateo.


Pónselo fácil antes de empezar


  • A veces un buen arrastre empieza de la manera más insospechada: en los primeros meses al bebé le gusta también estar boca arriba (posición supina) para contemplar su entorno, mover brazos y piernas de manera descoordinada, y porque no, jugar con sus manitas y pies. En esta posición podemos aprovechar para enseñarle algunos ejercicios previos que pueden ayudarle a arrastrarse mejor. Por ejemplo, girar sobre sí mismo y pasar de boca arriba a boca a bajo y viceversa. Esto le ayudará a desarrollar su equilibrio, obtener estabilidad en sus movimientos y también a cambiar de posición de manera voluntaria

  • Hazle pedalear. ¿Cómo? Coloca las palmas de tus manos apoyadas en sus piececitos. Ya verás como empezará a extender y doblar las piernas rítmicamente. Entonces, presiónale los pies de manera alternativa lo suficiente para que ejerza una fuerza para rechazar tu mano. Derecho, izquierdo, derecho, izquierdo... como ir en bicicleta

  • Las abdominales, lo primero. Una buena fuerza de su musculatura abdominal es esencial para coordinar los movimientos de las piernas y del tronco. Para conseguirla, haz un simple ejercicio que encantará a tu bebé. Ponlo tumbado boca arriba encima de tus piernas. Sujétalo por sus manos y, tirando de ellas, acércalo hacia ti poquito a poco hasta tenerlo en posición sentado frente a ti. Ya verás como, a la vez, levanta las piernas. Esta posición en "V" es lo que fortalece sus pequeñas abdominales. Repítelo varias veces al día
  • Alarga la manita. Pon su juguete preferido delante de él pero a una altura que le obligue a estirar un brazo mientras se apoya en el otro. Cambia el objeto de posición para que estire y ejercite los dos bracitos alternativamente.

¡Cuerpo a tierra!


La mejor motivación para un bebé es un "ejemplo honesto" (como dice Glenn Doman) por parte de los padres. No dudes en estar junto a tu hijo en el suelo y, con mucho amor y paciencia, disfrutar juntos de cada logro, de cada sonrisa y de cada momento.


Para que tu bebé disfrute con el arrastre y obtenga todas sus ventajas, además, debe sentirse cómodo:


  • Es importante no ponerle mucha ropa (pañal y camiseta que le deje al aire codos, antebrazos, rodillas y pies) que le facilite el movimiento y aumentar la temperatura ambiente para que no coja frío.

  • Las condiciones favorables son: suelo plano y duro que no le ofrezca mucha resistencia en un inicio ni que resbale demasiado (madera, hule, espuma dura). Es importante que esté limpio, seguro (sin obstáculos, enchufes, etc.) y que sea liso.


Para ponérselo más fácil...


  • Cuando el niño intenta arrastrase moviendo el brazo y la pierna del mismo lado, gira en círculo sobre si mismo y no avanza. Esta situación es normal en un principio. Para ayudarle puedes construir con distintos objetos una pista en línea recta que le obligue a moverse y avanzar en una sola dirección. Ponle objetos atractivos frente a él a cierta distancia para motivarlo pero no fuera de su alcance pues se desentendería de ello.

  • Puedes ponerle zapatos con suela gruesa de goma para que le sirvan de punto de apoyo y se agarre bien al suelo para impulsarse.

  • A menudo tenemos que ayudarles apoyando nuestras manos en las plantas de sus pies para que las usen de punto de apoyo pues con sus movimientos reflejos no tocan el suelo y no pueden avanzar.

  • Si podéis estar los dos progenitores en el suelo jugando con él aprovechar a enseñarle a avanzar en patrón cruzado estirándole la mano derecha y flexionando la pierna izquierda, y luego la mano izquierda y la pierna derecha a lo largo de varios metros. Es importante hacer este ejercicio cuando el niño ya se desplaza flexionando sus dos brazos a la vez y luego sus dos piernas a la vez.

  • Si a pesar de todo no conseguimos que avance, es interesante situarlo en una pista o tablón grueso con cierta inclinación. Esto hará que la propia gravedad le obligue a avanzar sus manos alternativamente para mantener la estabilidad y equilibrio. Sus piernas se moverán compensando y equilibrando el avance hasta llegar al final de la pista. Poco a poco aprenderá que arrastrarse es muy divertido.

ESTIMULACIÓN TEMPRANA. DEFINICIÓN Y OBJETIVOS.

Artículo publicado en CONTUSALUD.
Escrito por Maria Teresa De Narvaez


ESTIMULACION TEMPRANA

DEFINICION

Le llamamos Estimulación Temprana a toda aquella actividad de contacto o juego con un bebe o niño que propicie, fortalezca y desarrolle adecuada y oportunamente sus potenciales humanos.

Tiene lugar mediante la repetición útil de diferentes eventos sensoriales que aumentan, por una parte, el control emocional, proporcionando al niño una sensación de seguridad y goce; y por la otra, amplían la habilidad mental, que le facilita el aprendizaje, ya que desarrolla destrezas para estimularse a si mismo a través del juego libre y del ejercicio de la curiosidad, la exploración y la imaginación.

Cuando a un bebé se le proporcionan medios más ricos y vastos para desarrollarse, florece en él un interés y una capacidad para aprender sorprendente. La estimulación se concibe como un acercamiento directo, simple y satisfactorio, para gozar, comprender y conocer a tu bebe, ampliando las alegrías de la paternidad y ensanchando su potencial del aprendizaje.

OBJETIVOS DE LA ESTIMULACION

El principal objetivo consiste en convertir la estimulación en una rutina agradable que vaya estrechando cada vez mas la relación madre-hijo, aumentando la calidad de las experiencias vividas y la adquisición de importantes herramientas de desarrollo infantil.

Al mismo tiempo, se debe realizar de manera planeada, fundamentada y debe incluir planes sustentados en el desarrollo integral, es decir, abarcando áreas de:

1. DESARROLLO COGNITIVO

El bebé desde que nace, no cesa de descubrir y conocer el mundo que le rodea. Despertar los sentidos del bebé (olfato, oído, vista y tacto) para que pueda percibir y relacionar estímulos entre sí, es ya un acto cognitivo y perceptivo que estimula sus capacidades intelectuales.

* A partir del tercer mes, el bebé muestra gran interés por investigar y explorar; sus habilidades motrices le permiten manejar mejor su entorno y clasificar sus percepciones.
* Al final del primer año, sus posibilidades motrices le abren nuevos campos de exploración. Es capaz de observar y atender con detenimiento lo que le interesa empleando bastante tiempo en ello. Es un buen momento para enseñarle las cosas, ya que demuestra buena disposición para el aprendizaje.
* El lenguaje es importantísimo, se le debe hablar permanentemente al niño, comentarle todo lo que se este haciendo, cantarle y leerles desde que nacen.

Masajes y caricias:

Otro camino para conocer el mundo Las caricias y los masajes pueden estimular al bebé ( ya que activamos unas de las principales vías de entrada de estímulos) y colaborar en su desarrollo afectivo, cognitivo y motriz. Comenzar a practicar los masajes al bebé desde que nace es una ayuda valiosísima para favorecer sus primeras conexiones neuronales. Los masajes deben ser un juego para el adulto y el niño, además de un medio de comunicarse y estimular el desarrollo.

También debemos evitar abrumarle con juegos, ejercicios y objetos. Es mucho más positivo mantener un ritmo sosegado y sereno.

Con el roce de nuestras manos se produce un primer paso para la comunicación paterno-filial. Por tanto su desarrollo físico debe ir parejo con el emocional y afectivo, para ello, debemos realizar los ejercicios hablando continuamente con él.

El desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una habilidad ayuda a que surja otra. Es progresivo, siempre se van acumulando funciones primero simples, después complejas. Todas las partes del sistema nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo, cada área de desarrollo interactúa con las otras para que ocurra una evolución ordenada de la habilidades.

La dirección que sigue el desarrollo motor es de arriba a abajo, es decir primero controla la cabeza, después el tronco. Va apareciendo del centro del cuerpo hacia afuera, primero controla los hombros y al final la función de los dedos de la mano. Es muy importante que usted busque información acerca de la secuencia de desarrollo del niño en cada una de las áreas que éste ocurre.

DESARROLLO MOTOR

Para describir el desarrollo del movimiento se divide en motor grueso y motor fino. El área motora gruesa que tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y la capacidad de mantener el equilibrio. La motora fina se relaciona con los movimientos finos coordinados entre ojos y manos.

A. DESARROLLO MOTOR GRUESO

Primero debe sostener la cabeza, después sentarse sin apoyo, mas tarde equilibrarse en sus cuatro extremidades al gatear y por último, alrededor del año de edad, pararse y caminar. La capacidad de caminar en posición erecta es una respuesta a una serie de conductas sensoriales y motoras dirigidas a vencer la fuerza de gravedad.

Trabajar contra la fuerza de gravedad requiere de esfuerzo, por lo que el niño fácilmente se fatiga y se niega.
1. ¿Cómo ayudarlo a sostener la cabeza? La primera capacidad que el niño debe desarrollar es sostener la cabeza.

* La postura ideal para que esta función aparezca es con el niño boca abajo, apoyando su cuerpo en los brazos y enderezando la cabeza y la parte superior del tronco.
* Use la expresión de su cara u objetos llamativos para motivar al niño a que voltee la cabeza y se enderece.

2. ¿Cómo se dará vueltas?

Una vez que el niño puede mantener la cabeza erecta y sostenerse sobre sus brazos, el niño debe aprender a darse vueltas, los movimientos de gateo y el caminar requieren de movimientos parciales de rotación del cuerpo, que sean independientes entre los hombros y la cadera y al mismo tiempo que estén sincronizados.

* Para desarrollar esta habilidad coloque al niño de espaldas en una superficie firme, llamando la atención del niño haga que voltee su cabeza hacia un lado, ayúdelo a que levante el brazo hacia el cual mira por encima de su cabeza, doble la pierna contraria y jalándolo del hombro complete el movimiento de rotación.
* El niño esta ahora boca abajo, estimúlelo a que siga volteando al mismo lado, baje el brazo , extienda la extremidad inferior, eleve el brazo contrario y tracciónelo del hombro.
* Repita esta secuencia, 10 a 15 veces hacia cada lado. Conforme el niño la aprende disminuya la ayuda para que lo haga en forma independiente.

3. ¿Cómo ayudarlo a que se siente? Cuando el niño puede darse vuelta solo, es tiempo de que aprenda a sentarse.

* Siente al niño en una superficie firme, déle apoyo en las caderas, un poco por arriba de las nalguitas, ayúdelo a que se apoye hacia el frente sobre sus manos, empújelo hacia adelante y ligeramente hacia los lados para que mejore su balance.
* Esta actividad desarrolla la postura de sentado, el equilibrio y sobre todo reacciones de defensa que serán necesarias para evitar lesiones con las caídas.

4. ¿Cómo desarrollará el patrón de gateo? Una vez que el niño se sienta sin apoyo, esta listo para ponerse en posición de gateo.

* Cuando esta sentado, ayúdelo a que apoye las manos hacia adelante, doble las rodillas y dirija los pies hacia atrás, con un ligero empujoncito al balancearse, quedará apoyado en posición de gateo. * Haga presión sobre sus hombros y sus caderas para que mejore la postura y la fuerza, empújelo hacia adelante y a los lados para que mejore el equilibrio.
* Lo primero que empiezan a usar para desplazarse son las manos, colocándose por atrás del niño usted puede dirigir sus piernitas para que haga el movimiento sincrónico con las manos.
* Una vez que el niño empieza a desplazarse, la estimulación táctil que recibe mejora notablemente su capacidad de coordinación y equilibrio, hay que favorecer el gateo y retrasar lo más que se pueda la habilidad de caminar.
* En esta posición mejora la fuerza y coordinación de la musculatura del cuello, de los hombros y del tronco, mas tarde la función de la mano y de la marcha se verán favorecidas por el tiempo que el niño dedicó a gatear.
* Procure que el niño no camine rápidamente después de que se ha iniciado el gateo.

5. El niño esta listo para caminar: Cuando el niño es un experto en el gateo solo es cuestión de un poco de tiempo para que camine.

* Usted puede favorecer esto poniéndolo de rodillas en una mesa pequeña y empujándolo hacia abajo y a los lados para que mejore el equilibrio, procure que la espalda este recta para favorecer una postura erecta adecuada.
* El niño estará listo para pararse cuando puede desplazarse de rodillas con ayuda.
* Párelo sobre una mesa baja, procure que los pies estén bien alineados, cuide que la espalda este recta.
* El niño caminará fácilmente con los brazos extendidos al frente y apoyándose en una silla estable o una caja.

Aprender a vencer la fuerza de gravedad depende de la organización de todos los sentidos, principalmente del sistema del equilibrio. Este nos ayuda a conocer automáticamente la posición correcta de nuestro cuerpo y la relación que tiene éste con el resto de las cosas. Las actividades como mecer, arrullar, dar vueltas, saltar, maromear, balancear son actividades muy estimulantes para el sistema del equilibrio y para mejorar la coordinación y el balance de los movimientos del cuerpo.

Cuando realice estas actividades sujételo firmemente, sí al niño no le agrada la actividad, practique por un tiempo breve y trate de aumentarlo lentamente en forma progresiva. Recuerde la clave es hacer todas las situaciones de aprendizaje divertidas.

B. DESARROLLO MOTOR FINO

El desarrollo motor fino comienza en los primeros meses cuando se descubre sus manos el bebe y poco a poco a través de experimentar y trabajar con ellas, podrá empezar a darle un mayor manejo.

Al dejarle juguetes a su alcance el bebe tratara de dirigirse a ellos y agarrarlos. Una vez logra coordinar la vista con la mano, empezara a trabajar el agarre, el cual hará inicialmente con toda la palma de la mano.

Es por esto que inicialmente necesita objetos grandes. Poco a poco le iremos ofreciendo objetos para que el tome y tenga que usar sus dos manos, y cada vez vaya independizando mas sus deditos.

* Enséñele a dar palmadas
* Sacar objetos de una caja pequeña
* Ponerle la tapa a un recipiente
* Usar el dedo índice
* Tocar piano
* Tocar tambor

Al año la motricidad fina se va perfeccionando, agarra objetos con facilidad y habilidad de pinza, intenta garabatear trazos finos y cortos en una hoja, pasa paginas gruesas, tira y levanta objetos, lo que significa que su coordinación perceptivo motora se aproxima cada vez mas a la del adulto, pues los movimientos de aferrar, apretar, soltar y lanzar objetos se afinan.

Cada vez mas se desarrolla la habilidad de insertar. También intentara dirigir la cuchara a su boca, el cepillo a su pelo y el teléfono a su oído.

Actividades que se pueden llevar en esta época son :

Este es un resumen general en lo que se puede trabajar en los dos primeros anos.

* Ofrecerle al niño en un recipiente objetos variados, para que el los pase a otro recipiente. Cuando el niño tome cada objeto, dile su nombre y deja que lo manipule. Después dile que lo coloque en el segundo recipiente.
* Ofrecerle al niño un cono de cartón y una bola (no muy pequeña) y animarlo a que la introduzca dentro del cono y luego trate de sacarla ya sea golpeando el cono, con un palo, con los dedos, etc.
* Amasar plastilina
* Pintar
* Pasar paginas de un cuento

¡DEJEMOS A NUESTROS NIÑOS VIVIR EL MOVIMIENTO!

Por Maribel, fisioterapeuta dedicada a la rehabilitación neurológica. Del blog Sinapsis, Punto de Encuentro.

El movimiento, característica esencial de la vida, acompaña al individuo desde el momento de la concepción, y le da la posibilidad de explorar, relacionarse y experimentar con su medio ambiente para, finalmente, transformarlo y utilizarlo en su propio beneficio.

Se puede definir al movimiento como la capacidad que tiene un cuerpo para variar su posición en relación a un punto fijo. Al hablar de movimiento se piensa en algo que cambia constantemente, que varía, que no permanece estable. El movimiento es vida, pensemos en el momento en el que el óvulo es alcanzado por el espermatozoide, recordemos como el recién nacido dominado por una serie de reflejos permanece en movimiento durante sus horas de vigilia.

La adecuada maduración del sistema nervioso, aunada a una buena estimulación del medio ambiente, permite el adecuado desarrollo motor. Así, después de los tres primeros meses de vida, el bebe logra superponerse a los reflejos primitivos para comenzar a adquirir reacciones tónico posturales, que le permitirán vencer la fuerza de gravedad, lograr la verticalidad postural, el desplazamiento y la bipedestación. Es gracias a la percepción de estímulos, (entrada sensorial), y a la respuesta que da a estos, expresada en el movimiento, que el niño logra relacionarse con el mundo que lo rodea. El movimiento abre sus horizontes, le da la posibilidad de trasladarse, abre su curiosidad y finalmente favorece el aprendizaje.

Esta pequeña reflexión acerca de lo que el movimiento es e implica, nos debe llevar como profesionistas, padres de familia y autoridades educativas, a pensar, a ahondar en lo que ofrecemos hoy a nuestros niños. Nuestro mundo le da cada vez más importancia al intelecto, a la tecnología; los niños están constantemente bombardeados por la televisión, la cibernética, y el acelerado ritmo que la vida moderna nos impone. Son niños que se mueven, sí, pero para correr de un sitio a otro, para llegar a la clase de, a la escuela, a cenar, a dormir… Son niños que se mueven, sí, demasiado, para atenuar la ansiedad, el miedo, la frustración. O por el contrario, nos encontramos con niños torpes, pasivos, apasionados por el televisor o los juegos de video. Pero, ¿dónde quedan los momentos de esparcimiento al aire libre, los momentos de juego motor, en donde se unen el cuerpo y la mente para crear, imaginar, simbolizar? ¿Qué importancia dan las escuelas al desarrollo motor?, ¿Qué espacio damos los padres a nuestros hijos para que vivan el movimiento?

Recordemos que la inteligencia no debe concebirse como algo abstracto que le permite al niño ser el de mejores notas en el salón de clases. La inteligencia se desarrolla gracias a la flexibilidad, que da la posibilidad a la mente, de explorar diferentes opciones para llegar a la solución de problemas, al pensamiento lógico. La verdadera inteligencia nos convierte en seres adaptables, tolerantes, curiosos, y esto empieza en nuestra infancia, en nuestro cuerpo, con el movimiento.

LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD MOTORA ESPONTÁNEA


Extracto del artículo del mismo título escrito por Viviana Oliva. Publicado en "librevuelo-vivianablog", donde puedes leer el texto completo.

La actividad motora espontánea, proporciona oportunidades estratégicas para que el niño desarrolle sus impulsos creadores, motores y sensoriales.
Es a través de la actividad motora espontánea que se produce el aprendizaje del dominio de su cuerpo.

Las rupturas, reequilibraciones, giros o balanceos, producen fuertes sensaciones corporales, resultando de estas experiencias motrices, estados tónico emocionales capaces de producir aprendizajes sobre el dominio de su propio cuerpo, permitiendo toda gama de experiencias a nivel postura, de los registros activos y pasivos del movimiento. Estos movimientos son clasificados en tres grupos: los balanceos, los movimientos giratorios y las caídas.

Los balanceos son considerados aquellos movimientos de oscilación regular del cuerpo o de una articulación, acción de vaivén con un desplazamiento a un lado y al otro un centro de equilibrio. La experiencia motriz va estar sujeta a la altura del centro de gravedad en relación al punto de apoyo.
Los balanceos pueden ser pasivos, cuando la fuerza se ejerce por acción exterior al sujeto o activos, activada por impulsos producidos desde el propio cuerpo del sujeto o por enviones o empujes con diferentes partes del cuerpo del sujeto.

Los movimientos giratorios aparecen en un período posterior que los balanceos y a medida que el niño desarrolla sus habilidades motoras y de equilibrio, los giros evolucionan y se diversifican. Estos progresos se relacionan con el dominio del cuerpo en el espacio, el control del eje corporal como punto de apoyo y equilibración de fuerzas centrífugas del giro y la direccionalidad del movimiento de rotaciones.

Las caídas son actividades que manifiestan una brusca desnivelación del cuerpo, bajo la influencia y el efecto de la fuerza de gravedad a partir de una perdida de equilibrio o la pérdida de los puntos de apoyo. También son consideradas caídas los descensos en plano inclinado o toboganes.

Reptar y Gatear: acción fundamental para el desarrollo en la primera infancia.
El desarrollo cerebral e intelectual del niño depende en gran medida, de la cantidad y calidad de los estímulos que reciba. O sea que en gran medida, el desarrollo de su inteligencia estaría vinculado a las actividades o ejercitaciones de las funciones motrices que realice.

El desplazarse rozando con el cuerpo en el suelo, debe considerarse el mayor logro en el área de la movilidad independiente. Gracias a esta acción el bebé deja de ser dependiente del entorno para alcanzar objetos y buscar nuevos estímulos por sí mismo.

Las oportunidades de reptado y gateo deben ser frecuentes, sostenidas siempre por la mirada, la palabra y las significaciones de la acción motriz, mientras son ejecutadas por bebé. El arrastre ayuda en la coordinación de los hemisferios cerebrales, a través de la percepción y transmisión de los estímulos de las vías motoras.

Avanzar en patrón cruzado (moviendo el brazo derecho a la vez que la pierna izquierda y viceversa) implica, y a la vez ejercita, la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales. Cuantas más oportunidades tenga de moverse en el suelo, más posibilidades damos a sus dos hemisferios cerebrales para ejercitarse y desarrollarse plenamente lo cual favorecerá su desarrollo intelectual y la posibilidad de pasar a la fase siguiente: el gateo.

¿ESTAMOS CREANDO NIÑOS HIPERACTIVOS?


Rosina Uriarte

Hay quienes hablan de un "mejor" y más acertado diagnóstico… otros de un sobrediagnóstico brutal… Mientras, el Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad, sigue siendo un síndrome, (un conjunto de síntomas, no una enfermedad), que no tiene forma de demostrar su existencia por medio de prueba clínica alguna… Lo que lo convierte en vulnerable y expuesto en muchos casos a la subjetividad de médicos, padres y maestros…

Sin embargo, el TDA-H no es un trastorno "inventado", sino real. Y lo que preocupa a todos por igual es su elevada incidencia entre nuestros niños. Un número que no deja de crecer…

Sabemos que tiene una base genética, por lo que existe una predisposición que se transmite de padres a hijos. Pero esto no es por sí sólo determinante. Además confluyen elementos externos que actúan como detonantes del problema haciendo que éste se manifieste. Principalmente se trata de situaciones vividas durante el embarazo, el parto o la primera infancia.

Pero también se especula, lógicamente, con nuestro estilo de vida como agravante en niños que, de haber vivido en otros tiempos y otros lugares, no hubiesen sido diagnosticados con TDA-H. Y es que nuestro ritmo de vida y el entorno en el que crecen nuestros hijos, podría verse como un caldo de cultivo ideal para la ansiedad y los problemas de concentración…

"Nuestro mundo moderno está privando a los niños de desempeñar ocupaciones que son esenciales para su desarrollo físico, intelectual y emocional. Las prisas, la desestructuración de la familia, la falta de espacios verdes y la inseguridad de las calles son algunos de los factores que limitan la participación en actividades básicas para el desarrollo como son jugar al aire libre, experimentar con el entorno y descubrir el mundo de modo intuitivo." (Isabelle Beaudry "Tengo duendes en las piernas", 2008)

La terapeuta ocupacional Isabelle Beaudry, experta en Integración Sensorial, hace hincapié en que los niños apenas acceden ya a espacios naturales donde pueden jugar y experimentar físicamente con lo que los rodea. Las actividades de ocio de nuestros pequeños son principalmente sedentarias e individuales, las cuales aportan poco a su desarrollo global. Y los adultos tendemos a estructurar el tiempo libre de nuestros hijos con clases particulares y deberes, dejándoles muy poco tiempo para actividades creativas que ellos escojan libremente sin horarios ni programas dirigidos.

En este mismo aspecto insiste el doctor Jorge Ferré, experto en medicina del desarrollo: "Los niños necesitan moverse para poder desarrollarse, pero la evolución socioeconómica y cultural nos está llevando a construir un estilo de vida en el que la primera infancia no tiene lugar propio: los espacios cada vez son más reducidos y los programas escolares más densos." (Jorge Ferré Veciana y María del Mar Ferré Rodríguez "La otra cara de la hiperactividad", 2008)

Nuestras ciudades y nuestros horarios muestran poco respeto por la infancia. No dedicamos espacios y tiempo para ellos, exigimos a los niños que se adapten al mundo de los adultos, y esto tiene sus consecuencias…

Según el doctor Gonzalo Pin, director de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, un 15% de los niños a quienes se atribuye un problema de hiperactividad (TDAH) padecen en realidad un trastorno del sueño. (Mujer.orange ,29 octubre 2008)

Este doctor explica que en los adultos la falta de sueño provoca somnolencia diurna, pero sin embargo, en los niños tiene un efecto contrario, haciendo que se muevan más, se muestren irritables y tengan menos concentración y un peor rendimiento escolar.

Gonzalo Pin nos recuerda que España es uno de los países en los que en los niños se acuestan más tarde porque "los niños se acoplan a los horarios de los padres, cuando debería ser al revés".

Además de nuestro rimo de vida, hay mucho más a nuestro alrededor que puede estar incidiendo en el TDA-H…

Noroeste.com (15 noviembre 2008) publica las siguientes declaraciones del especialista en medicina ambiental y otorrinolaringología , Javier Hernández Covarrubias: "El déficit de atención y la hiperactividad ha aumentado un 400 por ciento en los últimos 20 años… esto se debe a la susceptibilidad genética y la influencia del medio ambiente que está muy contaminado".

"Tenemos que cambiar nuestra manera de vivir, tenemos que ser más ecológicos por un lado, desintoxicarnos por otro, no usar químicos, tener cuidado con los hongos y las ondas electromagnéticas, y lo segundo que podemos hacer es nutrirnos bien con alimentos orgánicos, antioxidantes y ácidos grasos esenciales".

A continuación explica que los productos químicos tienen una afinidad por la grasa y que es precisamente el cerebro el órgano que se compone de más cantidad de grasa. Por esta razón es el cerebro el que más químicos contiene en un momento dado, razón por la cual puede un niño cambiar de comportamiento, mostrar falta de atención o hiperactividad.

Un estudio publicado en el "Journal of Attention Disorders" demuestra cómo los niños responden mejor a pruebas de concentración y de atención después de caminatas de 20 minutos en pena naturaleza. (Bebés y más , 24 octubre 2008)

Para las autoras del estudio, titulado "Children With Attention Deficits Concentrate Better After Walk in the Park", la naturaleza no reemplaza a la medicación o a las terapias cognitivas y conductuales, pero sí que obtiene efectos comparables en los resultados de los tests de atención. Por lo que, a pesar de no ser una cura para el TDA-H, sí puede considerarse una herramienta más.

Lo que queda bien claro es que los niños necesitan moverse para desarrollarse adecuadamente y es de lamentar que dispongamos de tan pocos espacios verdes en nuestras ciudades y que los patios de los colegios estén, en su mayoría, desprovistos de columpios, toboganes, barras de las que colgarse… donde puedan nuestros hijos desarrollar su motricidad y por lo tanto, su inteligencia.

Sally Goddard ("Reflejos, Aprendizaje y Comportamiento", 2005), nos habla también de la importancia del estímulo vestibular que se produce cuando el cuerpo del niño está en movimiento: "La hiperactividad y el déficit de atención pueden ser dos signos de inmadurez de la función del sistema vestibular. Como padres y profesores, tendemos a implorar que nuestros niños hiperactivos se "estén quietos" y "se sienten bien". Se ha comprobado que a los niños hiperactivos que se les permite dar vueltas durante 30 segundos en ambas direcciones, muestran un aumento de su límite de atención de 30 minutos después del ejercicio, lo que nos sugiere que necesitan estimulación vestibular para "poner su cerebro en marcha"".

Por último, Gladys Veracoechea ("El déficit de atención sin fármacos", 2008) menciona una cuestión que considero importante a tener en cuenta por parte de los profesores de niños con trastornos de la atención e hiperactividad: "Nunca castigue a un niño con TDAH dejándole sin recreo, ya que ésta es una actividad indispensable para que él camine, corra y juegue libremente saciando su necesidad motora. Usted observará como docente que si le deja sin recreo, en el transcurso de las actividades posteriores el niño se mostrará más hiperactivo. Además, se trata de una penalización que por lo general les afecta mucho desde el punto de vista emocional."

Ojalá todas estas evidencias nos sirvan para replantearnos lo que estamos haciendo los adultos con nuestros niños. Tenemos grandes expectativas y esperamos mucho de ellos, pero es necesario tener en cuenta que los resultados dependen directamente de lo que nosotros les ofrezcamos y de las oportunidades que les demos para lograrlo.

NIÑOS TÍMIDOS, MIEDOSOS Y PATOSOS


Rosina Uriarte

Como maestra de educación infantil, veo muchas veces niños que me preocupan por diversas razones, pero que parecen corresponder en el fondo, a un patrón común.

Son niños miedosos, tímidos, a los que les cuesta relacionarse y a los que les cuesta muchísimo separarse de sus padres. No se sienten relajados fuera de su ambiente familiar, se muestran tensos y parecen no disfrutar, como lo hacen sus compañeros, de las actividades lúdicas.

Los padres comentan que en casa son auténticos "terremotos" o muy "charlatanes", son alegres, aunque también tercos y manipuladores, en algunos casos llegando al extremo de calificarles de "tiranos".

No siempre se dan estos extremos, pero sí es una constante el hecho de que por mucho tiempo que el niño lleve acudiendo a nuestras clases, no acabe de mostrarse como es en el hogar. A los maestros no nos sorprende pues estamos acostumbrados a ver casos como éstos, pero a los padres les choca ver que su hijo se comporta de una forma tan diferente en un ambiente o en otro…

Muchas veces estos niños muestran fuera de casa un estado de control y tensión. Y por experiencia diría que cuanto más se controlan en el aula, menos lo hacen cuando llegan los padres a recogerles o cuando están en casa. Vemos una falta de control emocional que los lleva de la timidez y el comedimiento en el grupo de iguales, a la explosión emocional o a querer monopolizar a los demás en su entorno familiar.

Suele haber otra constante, que no siempre se da, pero que coincide en muchos casos. Y es que los niños más miedosos, tímidos y retraídos son además torpes en sus movimientos.

Los padres suelen achacar la conducta de sus hijos a su "carácter" y saben que son "torpes" o "muy precavidos" en sus actividades motrices en el parque. Por supuesto que les preocupa que tengan un carácter difícil y no sean hábiles motrizmente, pero lo ven como algo que "les ha tocado", algo sobre lo que difícilmente se puede incidir o cambiar. También pueden achacarlo a problemas "psicológicos".

Los niños "tímidos" y "precavidos" tienen problemas emocionales y en su desarrollo motor. Pero detrás de todo esto hay algo en común: el miedo.

El miedo es el que les dificulta relacionarse o mover su cuerpo en el espacio con seguridad y habilidad. Es el que frena su desarrollo y limita sus experiencias. Es lo que hace que se mantengan en tensión y luego deban liberarla de forma inadecuada en casa.

Pero… ¿Se puede cambiar este "carácter"?
¿Dónde está el "equilibrio" que todos queremos para nuestros hijos?

La respuesta es única para estas preguntas. Se trata del sistema nervioso. Es nuestro cerebro quien regula y controla nuestras emociones, y por lo tanto, la "psique". Es quien nos hace movernos como lo hacemos y su madurez se ve claramente en la forma en que nos movemos. También se ve en cómo hablamos, cómo nos relacionamos, cómo reaccionamos ante el estrés o cualquier acontecimiento o situación dada… Es el sistema nervioso quien interpreta el mundo que nos rodea. El que da sentido a todos los estímulos que nos llegan y nos hace reaccionar en consonancia con los mismos.

Si el sistema nervioso no interpreta bien el entorno, las respuestas del niño no serán las adecuadas. En muchas ocasiones, esto se traduce en miedo. Miedo a moverse, lo cual conlleva limitaciones en experiencias motrices necesarias para el correcto desarrollo. Si el niño no se mueve adecuadamente en el mundo que lo rodea, si no se siente hábil, si le falta confianza en su propio cuerpo, entonces es muy probable que esta confianza también esté ausente en su relación con los demás y con las cosas que ocurran a su alrededor.

Las situaciones más comunes pueden volverse amenazadoras o simplemente difíciles, y la misma inmadurez que hace que no se haya desarrollado adecuadamente en sus habilidades motrices también incide en su escaso control emocional.

¿Se puede hacer algo al respecto? La respuesta es SÍ.

Se puede incidir en el sistema nervioso dándole un "empujón" para ayudar a que madure y el niño sea "equilibrado" como nos gustaría que fuera. Para que se sienta más capaz, más confiado y sus respuestas en diferentes situaciones sean más adecuadas. Al final, de lo que estamos hablando es de que el niño sea más feliz.

Lo que debe hacerse es lo mismo que hace la naturaleza para que el cerebro del niño crezca y se desarrolle. Esto ocurre cada vez que hablamos al bebé, cada vez que lo mecemos o acariciamos… Ocurre con todo lo que ve, cada vez que se mueve y tiene experiencias motoras que le llevan a un nuevo pequeño triunfo en el dominio de su cuerpo y del mundo que le rodea.

Debemos brindar al niño muchas y ricas experiencias, sobre todo motrices. Esto le dará un mejor conocimiento de sus capacidades y limitaciones, enriquecerá su desarrollo motriz, le hará más confiado en sí mismo y como consecuencia, vivirá más confiado en cualquiera de las situaciones que se le planteen.

Existen sencillos programas motores que podemos seguir asesorados por expertos en desarrollo infantil que pueden ayudarnos a los padres en esta tarea. Pero podemos también simplemente tener esto en cuenta y disfrutar con nuestros hijos de más horas de parque, de columpios, toboganes, camas elásticas…

Es muy importante saber que es el movimiento el alimento principal del cerebro de nuestros hijos. Que debemos dejarles moverse y animarles a hacerlo cuando son miedosos en este sentido. Siempre respetando sus miedos, acercándonos a nuevas experiencias con seguridad y despacio. Con paciencia y con confianza en que el niño lo logrará.

Dejemos de decir que son "tímidos" y "torpes", que son "miedosos" o "tercos"… y sobre todo no lo digamos delante de ellos pues acabaremos convenciéndoles de que lo son. Un niño tiene el concepto de sí mismo que le transmitimos los demás. Es importante cambiar este autoconcepto y dar oportunidades al niño de que madure. Para esto debe sentirse hábil y tener confianza en sí mismo y como consecuencia de esto, confianza en el mundo.

RODAR HACIENDO "CROQUETAS", UN EXCELENTE EJERCICIO PARA FAVORECER EL DESARROLLO

Rosina Uriarte

Junto al arrastre y al gateo, existe otro ejercicio que en los métodos de estimulación, tanto "temprana" como "terapéutica", se toma del proceso natural de desarrollo del niño para realizarlo de forma intensiva como una herramienta más para ayudar al niño en su desarrollo reforzando el mismo. Estamos hablando de las "croquetas" o rodadas en una dirección y otra estando el niño tumbado en el suelo.

Las croquetas suponen una potente estimulación vestibular que favorece la maduración del sistema nervioso.

El aparato vestibular (también llamado laberinto) es un órgano situado en el oído interno que sirve principalmente para el control de la postura corporal y el equilibrio, pero también para regular el tono muscular, los movimientos oculares y la orientación espacial.

Es un ejercicio muy sencillo y con él suelen disfrutar mucho los niños. Sin embargo, puede ocurrir que un niño sea muy sensible a la estimulación vestibular, en cuyo caso habría que tener cuidado, haciendo muy poquitas croquetas y muy lentamente. En el supuesto caso de que al niño le impresionara aún de este modo, sería mejor optar por otro tipo de estimulación que le ayude a madurar lo suficiente para poder más adelante tolerar las croquetas.

El niño ha de tumbarse en el suelo, con los brazos extendidos por encima de la cabeza, o con los brazos hacia abajo pegados a lo largo del cuerpo. El cuerpo debe estar en tensión, totalmente estirado, desde las palmas de las manos hasta la planta del pie.

Hay que girar de un lado a otro, procurando no torcerse. No se debe correr, pues se torcería uno más.

Para evitar los mareos, se le puede decir que mire un punto fijo siempre que acabe el giro.

Es muy importante que se ruede siempre en ambas direcciones, el mismo número de veces hacia un lado y hacia el otro. Esto es de vital importancia para que la estimulación de ambos lados del cuerpo sea la misma, y por lo tanto, también lo sea la de ambos hemisferios cerebrales.

En el enlace que aparece a continuación podemos ver un vídeo en el que un padre realiza las croquetas con su hijo como parte de un programa de organización neurológica:

http://www.youtube.com/watch?v=Nkvv95xdY6A&NR=1

Nota: Para evitar que el niño se sobreexcite o pueda marearse, lo ideal sería realizar tres croquetas en una dirección y otras tres en la otra para así seguir haciendo croquetas de tres en tres en ambas direcciones.

¿MÁS ESTIMULACIÓN? NO, SÓLO SENTIDO COMÚN

Elena García ha escrito este artículo para este blog. Muchas gracias, Elena, por un artículo tan clarificador y tan directo. En él se condensa el sentir y uno de los principales objetivos comunicativos de este espacio.

Los usuarios de este blog estamos acostumbrados a la palabra estimulación, somos conscientes de la importancia que tiene para el desarrollo de un niño el hecho de proporcionar ciertos estímulos, ya sea a nivel sensorial, físico o simplemente tiempo para estar con el bebé. Somos madres (y algún que otro padre) atentos a cualquier innovación metodológica, a nuevos tratamientos, investigaciones, que traten sobre este tema.

El problema es que esta realidad que nos define y en la que nos movemos no tiene nada que ver con la que se suele observar en las calles, en los parques, en las guarderías. A menudo podemos encontrarnos con personas que desatienden sistemáticamente a sus hijos, que entorpecen su desarrollo psicomotor y que presentan comportamientos no apropiados. Y no estoy hablando de familias socioeconómicamente desfavorecidas.

¿Os habéis fijado en cuántos bebés toman su biberón ellos solos en su cuna o en su cochecito? Pero bueno, ¿no habíamos quedado en que el biberón era el sustituto del pecho? La forma tradicional de alimentar a los bebés (ya sea leche materna o artificial) asegura que el niño está en brazos de mamá, recibiendo toda una serie de estímulos:Táctiles: presión, temperatura, tamaños, texturas. Visuales: trabaja alternativamente los dos ojos, dependiendo de qué pecho le está alimentando. Auditivos: los dos oídos también trabajan de forma alternativa en función de la posición del cuerpo, un oído oye el sonido ambiental y el otro está pegado al cuerpo de la madre. Olfativos: siente el olor de la piel de su madre, de su perfume, etc. Propiocepción: el niño va percibiendo las distintas partes de su cuerpo a partir de sus experiencias siendo tomado en brazos. Los niños que tienen dificultades de propiocepción suelen relacionarse mal con sus compañeros, ya que no controlan bien su cuerpo. Equilibrio: aprende la posición de su cuerpo en el espacio, también gracias a la experiencia. Los niños que sistemáticamente son alimentados en su cuna o en el cochecito están perdiendo una importante estimulación sensorial y vestibular completamente necesaria para su desarrollo. Quizás en un futuro no muy lejano tendrán dificultades con la lectura o la escritura o problemas de comportamiento.

Otro error muy común es la utilización generalizada durante todo el día de las hamacas y los cestitos (tipo maxi cosi). El desarrollo motor del bebé tiene sus etapas, la primera consiste en mover libremente brazos y piernas. Cuando vemos a un bebé tumbado sobre su espalda, en su cochecito o en su cuna, tiene un movimiento muy divertido, es como una coreografía. Mueve sus cuatro extremidades a la vez, sin mover el cuerpo. Este movimiento no puede llevarse a cabo si el bebé está encorsetado. Los reflejos primarios tienen que hacer su curso. Por ejemplo, el Reflejo Tónico Asimétrico Cervical aparece a las 16-18 semanas en útero y debería inhibirse entre los 3 y los 9 meses de vida postnatal. Este reflejo se activa cuando el niño gira su cabeza hacia un lado, entonces el bracito del mismo lado se extiende en posición horizontal, de manera que el niño se encuentra con su mano enfrente de sus ojos. Se desarrolla la primera conexión ojo-mano que será tan importante en su vida. Me pregunto cómo se puede desarrollar e inhibir este reflejo si está el niño metido en un maxi cosi… Además, en este tipo de hamacas, la cabecita suele quedar ladeada, es decir, se está bloqueando de algún modo el flujo sanguíneo y las conexiones nerviosas y musculares entre el cuerpo y la cabeza (o sea el cerebro). Supongo que un osteópata podría explicar esto mucho mejor que yo.

Por otro lado, algunas familias tienen un gran desconocimiento de las necesidades reales de sus hijos de menos de 1 año de edad. No les enseñan libros con ilustraciones porque creen que el niño no entiende. Les dejan durante horas sentados en la hamaca delante de la televisión, viendo películas infantiles o DVDs educativos, porque así están muy quietos. No les dan la oportunidad de arrastrarse ni de gatear. En ciertas ocasiones es comprensible que los bebés tengan que permanecer en la hamaca, la cuna o cualquier otro lugar seguro. Con la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral, cuando ésta llega a casa, tiene que hacer también el trabajo doméstico y por supuesto no se puede hacer la cena, poner la lavadora, vigilar los deberes y perseguir a un bebé gateador al mismo tiempo.

Desde las instituciones educativas y la Administración hay una gran preocupación por el alarmante aumento del fracaso escolar. ¿A qué edad hay que empezar a prevenirlo? Normalmente se dedican esfuerzos en la ESO, o en primaria, pero es demasiado tarde. En mi opinión debería empezar la prevención en la unidad de pediatría en la que se ve al bebé por primera vez. Podrían incorporarse profesionales con formación en psicología y neurodesarrollo y así poder complementar la información que se da a las familias en cuanto a las necesidades básicas del recién nacido.

Elena García
Psicóloga especialista en Neurodesarrollo
INPP Licentiate
Terapeuta Johansen Sound Therapy
www.reflejosprimarios.com

ARRASTRE Y GATEO: LA IMPORTANTE ETAPA DEL SUELO

En este blog he publicado muchos artículos que hacen referencia a la importancia de la etapa del suelo para el bebé y todo su desarrollo futuro. De lo vital que es que permitamos a nuestros niños tener oportunidades de voltearse, arrastrarse y gatear y de las consecuencias (en la forma de dificultades de aprendizaje principalmente) que puede haber si limitamos sus necesidades de movimiento y exploración.
Comprendo que muchas veces resulte difícil "ver" esta importancia, pero con este vídeo creo que queda bastante claro el empeño y la constancia del bebé que se mueve sobre el suelo en lo que puede parecernos un "juego", pero que es en realidad una necesidad vital para su desarrollo cerebral.

Este vídeo lo he tomado del blog de Educadoras de Infantil, al cual agradezco infinitamente por haberme descubierto tan valioso documento gráfico. Sin duda merece la pena verlo:




Esto es lo que dicen los expertos en desarrollo infantil sobre la etapa del suelo:


Sally Goddard, en "Reflejos, aprendizaje y comportamiento": "Gatear y arrastrarse… ambos facilitan tanto la integración de información sensorial, como los sistemas vestibulares, visual y propioceptivo, todos empiezan a trabajar juntos la primera vez. Durante este período de movimiento de desarrollo, el niño adquiere el sentido del equilibrio, el sentido del espacio y el sentido de la profundidad. Es a través de arrastrarse y gatear que las actividades inmaduras de ver, sentir y moverse se sincronizan por primera vez para aportar una imagen más completa del entorno."

"Las razones por las que un niño no gatea pueden ser de tipo neurológicas, de desarrollo o por el entorno. …Los niños que no han tenido mucha oportunidad de jugar en el suelo durante los primeros 8 mese quizá "se salten" las fases de arrastrarse y gatear, ya que no han tenido suficiente tiempo para desarrollar las habilidades motoras en la posición prona, que precede a la capacidad de gatear."


"Será el proceso de arrastrarse con las manos y las rodillas lo que acabará de desarrollar las capacidades visuales que el niño ha aprendido hasta el momento, e integrarlas con información de otros sentidos."

"Arrastrarse es uno de los patrones de movimiento más importantes en el largo proceso de enseñar a los ojos cómo cruzar la línea media. Además de mirar hacia delante, los bebés también aprenden la coordinación ojo-mano gracias a los movimientos de las manos. Algunas veces, los ojos enfocan de una mano a otra, utilizando las manos como si fueran un estímulo móvil. Más tarde esta capacidad será esencial para poder leer sin perder las palabras en la línea media y visualmente seguir la mano que escribe. Es a través de arrastrarse que los sistemas vestibular, propioceptivo y visual se conectan para funcionar juntos por primera vez. Sin esta integración el desarrollo del sentido del equilibrio, la percepción del espacio y la profundidad serán muy pobres.
Las capacidades de enfocar a distancia y la coordinación oculo-manual utilizadas en el acto de arrastrarse son las mismas habilidades que el niño utilizará cuando aprenda a escribir y a leer.
Pavlides observó en 1987 que un gran porcentaje de niños con dificultades de lectura habían omitido las fases de arrastrarse y gateo durante su infancia."


"Las niñas … a las que se les ponen "vestidos bonitos", a veces andarán como "osos" para evitar poner las rodillas en el vestido que dificulta moverse hacia delante."

"Rosanne Kermoian y sus colegas llevaron a cabo un estudio en el Reed College en 1988 y vieron que muchas habilidades cognitivas, como la permanencia de un objeto y la percepción del espacio, se aprenden durante el período de arrastrarse y no hasta entonces."

"Los accesorios modernos para bebés son como regalos del cielo para los padres, pero los carritos, los asientos diseñados para bebés, los caminadores y las sillas para el coche no deberían reemplazar el suelo como el lugar primordial de juego para el bebé. Es el tiempo que se pasa jugando libremente en el suelo el que ayudará al niño a tomar control sobre su cuerpo, y por lo tanto, adquirir confianza. En el suelo hay libertad de movimiento y adquiere experiencia en diferentes tipos de aventuras y exploraciones que el niño no podría adquirir desde los límites de una silla.
Mientras está tumbado sobre su estómago el niño aprenderá a mantener el peso de la cabeza. Unos meses más tarde, aprenderá a girar estando boca abajo hasta quedarse sobre su espalda y eventualmente conseguirá las posiciones de sentado y gateo. Para poder sentarse el niño debe pasar por varios estados de desarrollo motor, conseguir el control de la postura y dominar su equilibrio, cada fase posterior aumenta la madurez del sistema nervioso central."


"Cada fase requiere práctica para poder adquirir el equilibrio y la coordinación automática. Durante los primeros años de vida, la práctica de habilidades motoras y el juego son prácticamente lo mismo."

"La mayoría de los padres quieren proteger a sus hijos de los peligros del mundo exterior, pero esta actitud a veces puede impedirles que desarrollen las mismas habilidades que necesitan para sobrevivir. Aprendemos qué es el equilibrio gracias a las caídas y de ahí desarrollamos estrategias para no volver a caer otra vez. Aprendemos a tolerar alturas cuando escalamos y empezamos a sentirnos confiados con nuestras capacidades. Cualquier habilidad motriz que de adulto hacemos bien la hemos adquirido gracias a fracasos iniciales y por el esfuerzo de superar el problema.
Los padres que permiten a sus hijos a descubrir su entorno, dentro de límites seguros por supuesto, permiten que sus hijos crezcan con la oportunidad de aprender a través de la experiencia. La experiencia es el alimento para el desarrollo del cerebro."


"En su libro "Diagnóstico y tratamiento de problemas del habla y la lectura" (1963). Delacato describió cómo ninguno de los niños a los que había evaluado con dificultades de aprendizaje específicas había pasado por los estados motores de desarrollo de arrastre o gatear."

"El bebé de ocho meses que rueda hacia delante y hacia atrás en el suelo sin un objetivo concreto, está preparando su equilibrio para sentarse, levantarse y finalmente andar. En lo que a él respecta, cuando se mueve, el mundo se mueve con él y cuando él para, el mundo permanece quieto una vez más. Gatear es por lo tanto un puente importante, capacitándole para combinar el sistema vestibular, el propioceptivo y el visual por primera vez."


Raymundo Veras (1975): "El arrastrarse no solamente es una fase importante para el desarrollo de la movilidad del niño, sino que también es terriblemente importante para su desarrollo visual. En todas las personas primitivas que hemos visto, a los niños nunca se les permite arrastrarse y ninguno de ellos puede enfocar sus ojos a ninguna cosa que esté más cercana que la distancia de sus brazos. Todos tienen vista a larga distancia. Creemos que cuando un niño se arrastra desarrolla la capacidad de visión de cercanía."


Glenn Doman en "Cómo enseñar a su bebé a ser físicamente excelente": "Cuantas más oportunidades tenga su recién nacido de arrastrarse, mejor será físicamente, mayor será el desarrollo de su cerebro, más alta será su inteligencia motora… Sin importar la edad que tenga su bebé, el arrastrarse por primera vez constituirá un logro importantísimo."

"Existe una relación muy estrecha entre ser capaz de arrastrarse y gatear y converger con su visón en un punto próximo… La visión de puntos cercanos, que se ve desarrollada materialmente cuando el niño se arrastra y gatea, significa poder ser capaz de converger los propios ojos para enfocarlos juntos dentro de la distancia que existe de los ojos a las manos. Esta es la distancia a la que leemos, escribimos… Cuando no hay oportunidad de desarrollar la movilidad y se evita que los pequeños se arrastren y gateen, los efectos se hacen evidentes en otras áreas, como el caso de la visión."



El doctor Harald Blomberg en su manual de Terapia de Movimiento Rítmico - Nivel Uno "TMR y ADD/TDAH" : "Es normal que los padres quieran ayudar a sus hijos a desarrollar sus habilidades motoras. Cuando llegan al desarrollo emocional se guían por sus instintos y por sus propias experiencias emocionales de la infancia. Sin embargo cuando tienen que desarrollar la parte motora de sus hijos, los padres normalmente no saben qué es lo que su bebé necesita para su desarrollo. En vez de dejar que el bebé desarrolle sus habilidades motoras por sí mismo y tome su propio espacio y vaya desde una posición tumbada a reptar, gatear y finalmente se ponga de pie, la mayoría de los padres intentan acelerar su desarrollo motor. En vez de dejar al niño tumbado en el suelo y que desarrolle sus reflejos posturales moviéndose alrededor por sí mismo, se utilizan sillas de coche incluso cestitas por períodos largos de tiempo antes incluso de que sean capaces de sentarse. En lugar de animarlo a desarrollarse moviéndose lo más posible en su nivel de desarrollo, los padres lo ponen en un andador durante largos períodos de tiempo antes de que esté listo para gatear o caminar. Todo esto restringirá el desarrollo motor normal y obstruirá las conexiones de los ganglios basales y la integración de reflejos primitivos.
Si los padres quieren ayudar a sus hijos a desarrollar sus habilidades motoras deben adecuarse al desarrollo motor de sus hijos. Un bebé que no puede sentarse es mejor que esté tumbado. Al bebé se le debe permitir tumbarse sobre su estómago para estimular que levante la cabeza. Debe ser animado a moverse libremente por el suelo para gradualmente desarrollar sus patrones de movimiento, gravedad, equilibrio, estabilidad e integrar sus reflejos primitivos. Dejando al niño estar mucho tiempo en sillas para bebé s y andadores su desarrollo motor se obstruirá y correrá el riesgo de desarrollar TDA-H o ADD, dificultades de aprendizaje y problemas emocionales."

"La transformación de los reflejos primitivos en reflejos posturales de por vida es debida a los movimientos rítmicos espontáneos que el bebé hace antes de empezar a caminar. La mayor parte de esta transformación debería estar hecha mientras que el bebé está todavía en el suelo. Los movimientos en posición vertical, de pie o caminando inhiben los reflejos primitivos solamente en una extensión muy limitada, pero son muy importantes para la maduración de los reflejos posturales y para conseguir equilibrio y estabilidad."



María Docavo Alberti en "Mi hijo no es un problema, tiene un problema": "En esta fase el bebé empieza a moverse en su entorno, a reconocer su espacio, mueve sus extremidades y reconoce su entorno, lo delimita, controla su territorio… Fija la mirada y calcula distancias con más precisión.

Si el bebé no hace el movimiento de reptar, las consecuencias pueden ser:
- problemas para seguir con los ojos una línea
- problemas para expresar los pensamientos e ideas
- escritura ilegible
- problemas de coordinación ojo-mano, fundamentalmente para escribir y coger pelotas
- agresivo o por el contrario incapaz de defenderse
- delimitación del territorio, puede ser agresivo cuando es invadido por sorpresa
- miedoso
- problemas con la regulación de la temperatura corporal
- sexo, problemas de excesiva demanda de sexo, agresivo o sumiso
- problemas de concentración, problemas de aprendizaje
- reacciones repetitivas ante una situación
- hiperactividad o hipoactividad

El bebé separa el cuerpo del suelo, comienza a sentarse de rodillas, a balancearse de delante a detrás y empieza a gatear, aquí ya los dos hemisferios empiezan a trabajar cruzados … es un movimiento fundamental para determinar la lateralidad, los ojos cruzan la línea media del cuerpo. Los problemas que pueden surgir de no haber gateado lo suficiente suelen ser:
- problemas de coordinación de movimientos, andar homolateral
- no coordina manos y ojos
- problemas con el habla, problemas de concentración y de motórica gruesa
- olfato demasiado sensible
- inteligencia emocional, no controla sus emociones. Lloros y alegría histéricos, cambios repentinos de humor
- problemas de comunicación, necesidad de ser aceptado
- no acepta la crítica, o critica desmesuradamente a los demás
- no reconoce el peligro
- conciencia de grupo"



El doctor Jorge Ferré en "cer0atr3s El desarrollo neuro-senso-psicomotriz de los3 primeros años de vida": "Lo peor que podemos hacer con un niño de estas edades (de los 6 a los 9 meses de vida), que necesita estar experimentando nuevas sensaciones con su cuerpo, es dejarle sentado todo el día en la sillita, la hamaca, el cochecito, la cuna o el sofá y convertirlo en mero espectador de lo que hacen los demás."

"El reptado contralateral anterior significa un cambio muy profundo en el sistema y los mecanismos que utiliza el bebé para explorar su entorno y para aprender.
… Se activa la vía cruzada de movimiento, que es la vía de control voluntario del movimiento, y empieza a ponerse en marcha la función del cuerpo calloso.
Es un momento muy importante en el proceso de desarrollo humano por todas las consecuencias funcionales positivas que comporta.
Con la incorporación del patrón contralateral, se prepara la coordinación dinámica de todos los movimientos que aprenderá a hacer después: andar, correr, pedalear, saltar a la "pata coja", subir y bajar escaleras con soltura, etc.
También cambia el programa de análisis perceptivo porque inicia la puesta en marcha de la percepción visual, auditiva y táctil tridimensional.
… El cuerpo empieza a funcionar como una auténtica unidad y el Sistema Nervioso también."

"El gateador puede sortear obstáculos de mayor altura, eleva la cabeza, dirige la escucha y la mirada a mayor distancia. Poco a poco, se desarrolla la fusión visual.
Las dos imágenes visuales se funden e integran en una sola y eso le permite empezar a percibir el espacio en tres dimensiones. Capa la profundidad y empieza a desarrollar la capacidad de medir la distancia."

"Su percepción le ofrece una visión del mundo que va más allá de los próximo y lo táctil y empieza a desarrollar la capacidad de elaborar imágenes de representación mental de un objeto.
Ahora, aunque el objeto esté oculto detrás de un obstáculo visual, empieza a retener su imagen mental. Esta capacidad es la que se llame persistencia o permanencia del objeto.
La experiencia motora del gateo es una experiencia global, gracias a la cual activamos un patrón de organización rítmico y sincrónico de la actividad bilateral del cuerpo, que estimula la coordinación ocular y la visión binocular."

"El gateador, utiliza constantemente la pinza para explorar el espacio y coger objetos tan pequeños como una miga de pan o una pestaña.
Los niños que no han vivido experiencias en el suelo porque se han pasado el primer años de vida sentados o en el parque, pasivos e inmovilizados, pueden tener menos habilidad manual."

"Si no se activan todos los patrones funcionales correspondientes a esta etapa evolutiva y se acelera la deambulación, se dificulta la correcta activación del mesencéfalo, la vía piramidal y el cuerpo calloso."

"La visomotricidad es una función trascendental a la hora de leer con eficacia. Muchos problemas de lectura se deben a los vacíos de información que acumula el bebé que no ha vivido experiencias en el plano del suelo y que su primera experiencia motriz ha sido empezar a andar mal, después de haber pasado el primer año de vida sentado con apoyos."

" El parque y los andadores son instrumentos que deberíamos eliminar totalmente. El parque impide el gateo, reduce el campo experimental obliga al bebé a hacer lo único que puede hacer ponerse de pie con apoyo. Los andadores impiden el gateo y fuerzan al bebé a colocarse en postura bipedestante cuando todavía no tiene suficiente tono muscular en las piernas y no está preparado para hcerlo, con todas las consecuencias que ello comporta."